Conexión y autocuidado: cómo cuidarte y sentirte bien gratis

Vivimos en una sociedad cada vez más acelerada, en la que es relativamente fácil olvidar que el bienestar no tiene porqué depender de grandes inversiones. Nuestra apuesta, como expertos en salud masculina, es fomentar el autocuidado como factor indispensable para la mente y el cuerpo, y lo mejor es que podemos hacerlo sin gastar dinero. Es por eso que en este artículo, te vamos a enseñar cómo conectar contigo mismo y sentirte bien sin necesidad de abrir la cartera.

¿Por qué es importante el autocuidado para el bienestar emocional?

El autocuidado no es un lujo, sino una necesidad. Muchos estudios recientes han demostrado que las personas que practican hábitos saludables con frecuencia experimentan menos síntomas de ansiedad y depresión (Díaz y Beltrán, 2021). Y es que cuidar de nosotros mismos es primordial, ya que no solo mejora nuestra salud mental, sino que también influye positivamente en nuestra relación con los demás. Sí, cuanto más te cuides, mejor cuidarás a los tuyos.

Hoy en día, sabemos que una buena relación con nuestro cuerpo y nuestras emociones es básica y fundamental para una vida afectiva plena, tanto dentro como fuera de la cama. Por supuesto, sentirnos bien con nosotros mismos es la base para poder tener una mejor autoestima, favorecer nuestra intimidad y, en definitiva, la manera en que nos vinculamos con los demás.

Los 5 hábitos gratuitos clave para tu bienestar

Si crees que cuidarse es sinónimo de gastar dinero y que requiere una gran inversión en masajes, spa o retiros de meditación… Entendemos que te hayas dejado un poco con los años. Pero te sorprenderás al descubrir que el mejor autocuidado es completamente gratuito.

Puede que te preguntes ¿de verdad hay formas de quererme y cuidar mi salud sin suscribirme a un plan de nutrición o entrenamiento que me arruine? Pues sí. Aunque no queremos decirte con esto que, si te lo puedes permitir, no acudas a profesionales con los que cubrir totalmente tus necesidades de autocuidado. Pero con estos cinco hábitos que te vamos a recomendar, te aseguramos que te vas a sentir mucho mejor en tu día a día sin coste alguno.

1. La conexión con la naturaleza: una terapia gratuita

Vale, no es que sea terapia. La única terapia real es la que haces con el psicólogo. Pero pasar tiempo haciendo alguna actividad en la naturaleza tiene más efectos positivos en la salud mental de los que te puedas imaginar. De hecho, un estudio publicado en Scientific Reports indica que pasar al menos 2 horas a la semana en entornos naturales mejora significativamente el bienestar psicológico (White et al., 2019). Y no, no hace falta que te vayas al pico de una montaña. Puedes probar con ir a un parque, un estanque, la playa, un río… ¡Lo que te pille más cerca!

Es suficiente con que disfrutes de poder sentarte bajo un árbol o simplemente abrir la ventana y respirar aire fresco. Y aunque te suene a poca cosa, son detalles que influyen muchísimo en tu estado de ánimo. ¿Alguna vez has probado a tomar el sol 15 minutos desde tu balcón? No es como ir a la playa, ¡pero es mejor que nada! No se trata solo de salir, sino de conectar con el entorno: sentir el viento, observar los colores de la naturaleza o escuchar los sonidos del entorno. Es vivir el aquí y ahora y cortar con los bucles de preocupaciones y estrés del día a día.

2. Mindfulness y respiración consciente para reducir el estrés

Si eres seguidor de nuestro blog, sabrás que, siempre que podemos, recomendamos la meditación y la respiración consciente como herramientas que ayudan a conseguir el bienestar emocional que necesitas. Y para que veas que no exageramos, existen diversos estudios que han demostrado que el mindfulness reduce los niveles de estrés y mejora la regulación emocional (Keng, Smoski & Robins, 2011).

“¿Pero cómo se practica eso del mindfulness?” Hay varias formas de realizarlo, pero si te estás iniciando, es suficiente con dedicar cinco minutos al día a hacer una respiración profunda. Si durante estos 5 minutos, además aprovechas para meditar sobre todas las cosas buenas que tienes en tu vida, o todo lo que has conseguido al cabo de los años, podrás ver cómo al terminar la mini-sesión estás mucho más animado. No necesitas aplicaciones ni cursos prohibitivos: simplemente presta atención a tu respiración, siente cómo entra y sale el aire, y observa tus pensamientos sin hacer ningún juicio.

3. Movimiento y ejercicio: bienestar sin coste

Ya… sabemos la pereza que da pensar en hacer deporte cuando no se tiene el hábito. Pero es que el ejercicio físico no solo mejora la salud, sino que también libera endorfinas, esas famosas hormonas que te hacen sentir bien. Un estudio de Harvard Medical School señala que la actividad física frecuente reduce la ansiedad y el estrés (Harvard Health Publishing, 2018). No es solo una cuestión de ponerse en forma por fuera, sino también por dentro.

Ahora es cuando dices: “ir a un gimnasio no es precisamente gratis”. A lo que te respondemos: no hace falta que vayas a ningún gimnasio: hay gente que hace estiramientos o practica yoga con vídeos gratuitos en internet. También hay tutoriales y guías completas de cómo llevar a cabo un entrenamiento con cosas de andar por casa. Desde cardio, hasta potencia, la cosa es mover el cuerpo y sentirte bien. Y recuerda que lo importante es dar con una actividad que te guste y que puedas incorporar en tu día a día sin presión.

Reconexión emocional: la llave para el bienestar

Ya sabemos que a través del cuerpo podemos obtener grandes beneficios para nuestro autocuidado. Pero a veces, tenemos que centrarnos en las emociones y lo que nos quieren decir. Puede que te preguntes “¿qué significa eso de atender mis emociones?” Significa que les des un espacio, escuches qué te quieren decir y por qué están presentes en ese momento.

De hecho, se trata de la asignatura pendiente de los hombres: hay estudios que indican que los hombres tienen más dificultades que las mujeres para identificar sus sentimientos o el de sus parejas (Spalek et al., 2015), lo que puede llegar a derivar en conflictos por malentendidos. Y es que la manera en que nos relacionamos con los demás y con nosotros mismos también influye en nuestro bienestar. Por eso, nuestras dos últimas estrategias tienen que ver con cómo mejorar tu vida e inteligencia emocional.

4. Mejorando las relaciones sin gastar dinero

Seguro que tus amigos son un pilar fundamental de tu vida. Y no es de extrañar, ya que el apoyo social es un factor clave para la salud mental. De hecho, la psicología ha demostrado que las conexiones emocionales sólidas (como la amistad) reducen el estrés y aumentan la resiliencia (Holt-Lunstad, Smith & Layton, 2010).

Así que, como parte de nuestra guía de cómo tener tu autocuidado cubierto, te recomendamos que hagas planes con amigos. No necesitas salir a cenar o dejarte el dinero en experiencias desorbitadas para fortalecer tus relaciones. ¿Hace mucho que no le dices a tu mejor amigo lo agradecido que estás de que esté en tu vida? Seguro que le hace mucha ilusión recibir un mensaje, una llamada o simplemente compartir una conversación que vaya más allá de temas triviales y superficiales. Cuanta más confianza fomentes, mejor será vuestra amistad.

5. Escribir como herramienta de autoconocimiento

De la misma forma que es necesario que hagas planes sociales y te relaciones, también hace falta de vez en cuando sentarse con uno mismo y pasar tiempo a solas. Es el momento ideal para, por ejemplo, tener un diario en el que registrar tu humor, ánimos, cambios, etc. Poder registrar tus experiencias es una de las formas más efectivas de entender tus emociones y mejorar tu salud mental. A esta técnica se le conoce como escritura expresiva y ha demostrado ser una estrategia útil para reducir el estrés y procesar emociones difíciles (Pennebaker & Smyth, 2016).

Si te cuesta pedir ayuda o compartir con otra persona cómo te sientes, puedes decírtelo a ti mismo. Dedica unos minutos al día a escribir sobre tus pensamientos y emociones sin filtro. No importa la estructura ni la gramática, lo importante es dejar salir lo que llevas dentro.

Bienestar a tu alcance

Ya has visto que el autocuidado no tiene por qué ser una cuestión de desembolsos de dinero ni complejidades a la hora de realizarlo. Se basa en pequeños hábitos, como conectar con la naturaleza, practicar mindfulness, moverte más, cuidar tus relaciones y escribir. Estos 5 sencillos pasos, si consigues integrarlos en tu día a día, te harán sentirte mucho mejor sin gastar ni un céntimo.

Y es que el bienestar es un proceso continuo y personal. Así que no hay una fórmula mágica, pero sí muchas maneras de cuidarte con recursos que siempre tendrás a tu disposición. Empieza hoy con un pequeño cambio y siente una gran diferencia.

Referencias

Díaz Pérez, A., & Beltrán Morillas, A. (2021). Hábitos de salud y su relación con los síntomas emocionales en estudiantes universitarios. Revista del Consejo Nacional para la Enseñanza e Investigación en Psicología, 26(1), 168-182. Recuperado de https://revistacneipne.org/index.php/cneip/article/download/239/274
Harvard Health Publishing. (2018). Exercising to relax. Harvard Medical School. Recuperado de https://www.health.harvard.edu/mind-and-mood/exercising-to-relax
Holt-Lunstad, J., Smith, T. B., & Layton, J. B. (2010). Social relationships and mortality risk: a meta-analytic review. PLoS medicine, 7(7), e1000316. https://doi.org/10.1371/journal.pmed.1000316
Keng, S. L., Smoski, M. J., & Robins, C. J. (2011). Effects of mindfulness on psychological health: a review of empirical studies. Clinical psychology review, 31(6), 1041–1056. https://doi.org/10.1016/j.cpr.2011.04.006
Pennebaker, J. W., & Smyth, J. M. (2016). Opening Up by Writing It Down: How Expressive Writing Improves Health and Eases Emotional Pain. Guilford Publications.
Spalek, K., Fastenrath, M., Ackermann, S., Auschra, B., & Coynel, D. (2015). Inteligencia emocional en hombres y mujeres: una revisión teórica. Revista de Psicología Contemporánea, 10(2), 45-59.
White, M.P., Alcock, I., Grellier, J. et al. Spending at least 120 minutes a week in nature is associated with good health and wellbeing. Sci Rep 9, 7730 (2019). https://doi.org/10.1038/s41598-019-44097-3