
Sexo en números: estadísticas clave sobre la vida sexual masculina
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Tiempo de lectura 6 min
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Si lanzamos la pregunta “¿te gusta tener relaciones sexuales?”, muchos responderán que sí. Pero la vida sexual masculina es un tema que más allá de generar curiosidad, también está rodeado de mitos y suposiciones. Desde MYHIXEL, consideramos fundamental que toda la información que te ofrecemos esté basada en datos y estudios para entender mejor la realidad desde un punto de vista objetivo.
Es por eso que nos hemos propuesto explorar y plantear preguntas tan diversas sobre la intimidad masculina, como cuánta actividad sexual tienen los hombres, cuáles son los principales factores que influyen en su deseo y satisfacción, y cómo y cuánto influyen las diferentes disfunciones sexuales en su bienestar.
Uno de los datos que más interés genera en la población masculina es la frecuencia con la que los hombres tienen relaciones sexuales. Aunque muchos puedan mentir con sus respuestas, hay estudios que intentan recoger datos que representen la media. En esta línea, según un estudio de la Universidad de Chicago (Laumann et al., 1994), la actividad sexual varía según la edad:
Los jóvenes de entre 18 y 29 años, se acuestan un total de 112 veces al año de media (aproximadamente dos veces por semana).
Los hombres de entre 30 y 39 años lo hacen 86 veces al año.
Por último, los hombres de 40 a 49 años tienen un promedio de 63 relaciones al año.
Sobre los hombres mayores de 50, no se tiene registro, pero sí puede observarse una disminución de los encuentros a medida que pasan los años. Este descenso con la edad puede deberse a factores biológicos, como la libido, pero también a cambios en el estilo de vida, la convivencia en pareja o el estrés. De hecho, los hombres casados o en relaciones largas tienden a tener menos sexo que los solteros. Sin embargo, la clave no está solo en la cantidad, sino en la calidad de las experiencias sexuales.
Como ya sabrás, el deseo sexual masculino no es uniforme ni fijo y está influenciado por numerosos factores, como el estrés, la salud física y mental, y la calidad de la relación de pareja. Según la Encuesta Nacional de Salud y Comportamiento Sexual (Herbenick et al., 2010), un 70-80% de los hombres afirman estar satisfechos con su vida sexual, aunque muchos desearían tener más sexo.
Pero, ¿cuál es la clave para disfrutar más en la cama? Uno de los elementos que más influye en la satisfacción sexual es la comunicación en la pareja. Los hombres que se sienten seguros y pueden expresar sus deseos y necesidades suelen disfrutar más del sexo, mientras que aquellos que experimentan ansiedad de rendimiento o presión sobre su desempeño confiesan tener experiencias íntimas menos satisfactorias.
En este sentido, otro aspecto relevante es la influencia de la pornografía. Y es que el consumo excesivo de pornografía es uno de los principales motivos por el que los hombres tienen expectativas sexuales poco realistas y, por ende, su satisfacción en las relaciones reales se ve comprometida.
Las disfunciones sexuales son como esa mosca detrás de la oreja. Para muchos hombres, se trata de una preocupación más frecuente de lo que parece. Entre las disfunciones más comunes encontramos:
Disfunción eréctil: afecta aproximadamente al 40% de los hombres a los 40 años, según la Massachusetts Male Aging Study (Feldman et al., 1994). La incidencia aumenta con la edad y está relacionada con factores como la diabetes, el tabaquismo y el estrés. Pero la disfunción eréctil de origen psicológico es cada vez más frecuente entre jóvenes.
Eyaculación precoz: se estima que un 30% de los hombres la experimenta en algún momento de su vida (Rowland et al., 2007). Esto supone casi un tercio de la población.
Baja libido: aproximadamente un 15-20% de los hombres comentan experimentar una disminución en su deseo sexual, lo que puede estar vinculado con problemas hormonales, depresión o dificultades en la pareja.
Y es que lo que tenemos que destacar de estas disfunciones es que no solo afectan el placer sexual, sino también la autoestima y el bienestar de los hombres. La buena noticia es que existen tratamientos eficaces que van desde la terapia psicológica hasta innovadoras metodologías que abordan las diferentes disfunciones sin tener que recurrir a medicamentos.
Para muchos hombres, el mayor inconveniente a la hora de no cumplir con sus expectativas sexuales es no tener pareja estable. Sin embargo, para aquellos hombres que sí la tienen, existen una serie de factores que influyen en su satisfacción y en la frecuencia con la que tienen relaciones íntimas:
Duración de la relación: las parejas que llevan relativamente poco tiempo suelen tener más sexo que las parejas de larga duración. Pero ya sabes que más no es mejor, y es por eso, que muchas parejas que comentan tener una conexión muy profunda con su pareja tienen mejor calidad en sus relaciones sexuales.
Estrés y carga mental: los altos niveles de estrés laboral y las clásicas preocupaciones económicas influyen en el deseo sexual negativamente (Bodenmann et al., 2007).
Calidad de la comunicación: los hombres que tienen una comunicación abierta con su pareja sobre sexo experimentan mayor satisfacción sexual y emocional.
Una vez más se confirma que lo más importante en una relación para tener buen sexo es que haya complicidad. Además, se ha observado que el apoyo emocional y la validación dentro de la pareja influyen positivamente en la frecuencia y calidad de las relaciones sexuales. Así que, cuanto mejor estés con tu pareja en todos los ámbitos, mejor funcionará el sexo.
Por sorprendente que parezca, los estudios recientes muestran que los jóvenes de hoy en día tienen menos sexo que las generaciones anteriores. De hecho, el porcentaje de hombres menores de 30 años que no han tenido relaciones sexuales en el último año ha aumentado significativamente.
Pero, ¿a qué se debe esta tendencia? Entre las razones se encuentran:
Mayor dependencia de la tecnología y redes sociales para socializar.
Índices más altos de estrés laboral y académico.
Un cambio en las prioridades personales y en la concepción del sexo dentro de las relaciones.
De hecho, esta tendencia pone sobre la mesa el debate sobre el impacto de la tecnología y las nuevas dinámicas de pareja en la intimidad masculina.
Si algo podemos concluir después de analizar las estadísticas sobre la vida sexual masculina y lo que nos muestran es que no existe una "norma" universal, sino que el deseo y la actividad sexual están influenciados por diversos factores. Aunque la frecuencia sexual puede disminuir con la edad, la satisfacción está más vinculada con la calidad de las experiencias y la comunicación con la pareja.
Es por eso que es fundamental desmitificar ciertas creencias y tener una visión más realista de la sexualidad masculina. En definitiva, comprender estos datos nos ayuda a mejorar nuestra vida sexual y nuestro bienestar en general. Y a ti, ¿te han servido?
Bodenmann, G., Ledermann, T., & Bradbury, T. N. (2007). Stress, sex, and satisfaction in marriage. Personal Relationships, 14(4), 551–569. https://doi.org/10.1111/j.1475-6811.2007.00171.x
Feldman, H. A., Goldstein, I., Hatzichristou, D. G., Krane, R. J., & McKinlay, J. B. (1994). Impotence and its medical and psychosocial correlates: results of the Massachusetts Male Aging Study. The Journal of urology, 151(1), 54–61. https://doi.org/10.1016/s0022-5347(17)34871-1
Herbenick, D., Reece, M., Schick, V., Sanders, S. A., Dodge, B., & Fortenberry, J. D. (2010). Sexual behavior in the United States: results from a national probability sample of men and women ages 14-94. The journal of sexual medicine, 7 Suppl 5, 255–265. https://doi.org/10.1111/j.1743-6109.2010.02012.x
Laumann, E. O., Gagnon, J. H., Michael, R. T., & Michaels, S. (1994). The social organization of sexuality: Sexual practices in the United States. University of Chicago Press.
Rowland, D. L., Patrick, D. L., Rothman, M., & Gagnon, D. D. (2007). The psychological burden of premature ejaculation. The Journal of urology, 177(3), 1065–1070. https://doi.org/10.1016/j.juro.2006.10.025