¿Qué significa la Nueva Masculinidad?
|
|
Tiempo de lectura 4 min
|
|
Tiempo de lectura 4 min
El concepto «nueva masculinidad» se popularizó hace pocos años. Pero mucho antes de eso, la idea de la nueva masculinidad ya existía, y ha tomado varios nombres, incluyendo «masculinidad moderna» y «masculinidad positiva».
Pero no importa cómo lo llames, el fondo de todo esto es que por fin estamos tomando conciencia de que hay una posibilidad y un lugar para una nueva forma de masculinidad. Esto significa que la sociedad ha abandonado por fin el statu quo de la masculinidad tradicional y rechaza estos ideales.
Parte de la sociedad sigue esperando que el hombre sea quien mantenga económicamente a la familia. También que protejan, que sean independientes, que tengan un carácter marcado, que sean decididos y que no muestren signos de vulnerabilidad, dejando de lado cualquier posibilidad de expresarse (excepto la ira). Este fenómeno ejerce una presión extrema sobre los hombres, los aísla y a menudo los lleva a problemas de salud mental, al tiempo que afecta a las relaciones en el trabajo, en casa o con los amigos.
La masculinidad tradicional incita a los hombres o a las personas con pene a ser un «macho», alfa, independiente, dominante, y a no mostrar nunca emociones. La famosa frase «los niños no lloran» resume la masculinidad tradicional. Por lo tanto, esta nueva masculinidad no es necesariamente un rechazo de todas las formas clásicas de masculinidad, solo de los elementos poco saludables que impactan negativamente tanto en las mujeres como en los hombres, a menudo denominada «masculinidad tóxica».
El término «masculinidad tóxica» se refiere a aquellas prácticas masculinas perjudiciales, lo que tiene una serie de inconvenientes. Es al mismo tiempo estricto y reduccionista, creando un sistema binario muy polarizado entre las expresiones masculina y femenina.
En primer lugar, la masculinidad clásica rechaza todas las formas de comunicación, por no hablar de la comunicación emocional porque se consideraba «poco masculino» expresar o admitir emociones como el malestar, los celos, el dolor. Por no hablar de expresar la necesidad de afecto de la familia, los amigos o la pareja. Esto creó una desconexión masiva en todo tipo de relaciones. A menudo, en lugar de expresar las emociones, los hombres sólo tenían la ira como recurso para mostrar su furia, porque la ira se consideraba un rasgo masculino.
Esto es resultado directo de que, en realidad, existen diferentes formas de vivir la masculinidad. Sin duda, este hecho está muy vinculado a los nuevos movimientos feministas. Como todos sabemos el feminismo lucha porque todos los géneros tengan los mismos derechos y oportunidades. Esto supuso una revolución para todos, incluyendo a los hombres, que se vieron desafiados a cuestionar y repensar su realidad.
Hasta hace poco, estas formas de «expresión» sólo podían tolerarse hasta cierto punto. Por eso, progresivamente, se han ido rompiendo y desvinculando esos ideales. Por eso surge una nueva forma de masculinidad que anima a los hombres a compartir sus inseguridades y a no tener miedo a ser vulnerables. También anima a los hombres a buscar ayuda de otros, bien sea entre amigos o un profesional.
Aunque es evidente que la sociedad está avanzando, algunos hombres siguen sintiéndose incómodos al hablar de estos temas delicados en voz alta.
«La verdad es que no hay una sola manera de ser un hombre»
Otro aspecto que no se discute lo suficiente es el hecho de que ser hombres «varoniles» también supone una gran presión en la cama. Básicamente, significa que se espera que los hombres tengan un alto impulso sexual, que sean capaces de rendir bien y de satisfacer a su pareja. Es la razón por la que estamos viendo altas tasas de ansiedad de rendimiento, específicamente disfunción eréctil, en hombres jóvenes, por lo demás sanos. Un artículo de 2017 publicado en Sexual Medicine Reviews informa que más del 30% de los hombres menores de 40 años luchan contra la disfunción eréctil, que no tiene su origen en la fisiología, sino en el estrés psicológico. Ponen tanta presión en ser maestros sexuales que terminan poniéndose demasiado nerviosos y no pueden alcanzar o mantener una erección.
Hay un compromiso de los hombres por el cambio personal (expresión de emociones, gestión de la frustración, vivencia de la sexualidad, compromiso contra la homofobia… )
La lucha activa contra la violencia hacia las mujeres y la discriminación de género.
La asunción equitativa de las responsabilidades en el cuidado de las personas
El apoyo, la promoción y la demostración de modelos positivos de masculinidad (cuidadores masculinos, pacifismo, sensibilidad… )
El compromiso de los hombres con el cambio en la esfera pública (crear grupo crítico de hombres para promover la igualdad, defender las estrategias de conciliación, ceder el poder para que sea transferido a las mujeres, proponer cambios legislativos…).
Por todas estas razones y muchas más, se ha impulsado esta nueva masculinidad que incluye a todo tipo de hombres. La nueva masculinidad anima a los hombres a ser más reflexivos, vulnerables y comunicativos. Pero, fundamentalmente en el plano personal y psicológico, también se implican en la concienciación pública, la denuncia de la violencia contra las mujeres, la promoción de la salud masculina, etc.
Esta nueva masculinidad pretende analizar y deconstruir los efectos restrictivos y nocivos que la socialización de género representa para los hombres. Parten de la constatación de que los estereotipos dominantes de la masculinidad son perjudiciales para el bienestar personal de los hombres, mientras que el rol masculino de incapacidad emocional provoca en muchos casos dolor y aislamiento, llevando a los hombres a comportamientos de riesgo, sobreexplotación y violencia.
Puede ser difícil romper las viejas nociones de masculinidad porque están muy arraigadas en nosotros, y nuestros amigos pueden incluso mofarse por volvernos «blandos». Sin embargo, el verdadero carácter de un hombre proviene de estar dispuesto a crecer. Nadie debería tener miedo de ir contra la corriente por lo que sabe que es correcto. Por eso te animamos a que consideres abrazar la nueva masculinidad emergente.