CÓMO MANEJAR LA BAJA LIBIDO MASCULINA Y DISFRUTAR DE UNA NOCHE ROMÁNTICA EN SAN VALENTÍN
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Todos sabemos que San Valentín es una fecha en la que muchas parejas aprovechan para demostrarse lo mucho que se quieren y lo importante que son el uno para el otro. Pero para un sector (bastante amplio) de la población es también una ocasión para “reconectar”. ¿Reconectar? Me refiero a aquellas parejas que por múltiples motivos han perdido la llama y la pasión y ponen todas sus expectativas en este día especial.
Y, seamos claros, el hombre es el que suele tener la fama de estar siempre disponible para un asalto en la cama, pero ¿qué pasa cuando es él quien tiene problemas con su deseo sexual? Nos referimos a la baja libido en el hombre, que puede convertirse en un obstáculo para disfrutar plenamente en esta ocasión especial (y en general). Por eso, desde mi experiencia, quiero abordar este tema con consejos prácticos para que San Valentín sea el punto de inflexión a mejor en tu vida sexual en pareja.
Como decía antes, la baja libido masculina es un concepto del que se habla poco porque suele ser el hombre el que tiene mayor predisposición a los encuentros íntimos, sobre todo cuando hablamos de relaciones heterosexuales. Y es que verdaderamente se trata de un tema bastante complejo y a menudo estigmatizado. ¿Pero qué provoca esta disminución en las ganas de acostarse con la pareja? No podemos obviar factores como el estrés, los desequilibrios hormonales, los problemas de salud, e incluso el consumo excesivo de pornografía, que influyen negativamente en el deseo sexual (Basson, 2001). Pero esto no es más que una carga añadida al mito de que los hombres tienen que estar siempre dispuestos. Que algo nos quede claro, todos pasamos por etapas con diferentes ganas.
Además, ciertos mitos sociales, como que un buen hombre mantiene la erección durante todo el encuentro, intensifican la presión. Por ejemplo, muchos hombres creen que una baja libido es sinónimo de falta de atracción hacia su pareja, lo cual no siempre es cierto. Te adelanto desde ya que la comprensión mutua en la pareja es la clave para poder enfrentarse a esta situación sin juzgar ni sentirse juzgado.
La solución para recuperar o aumentar el deseo sexual masculino no siempre es inmediata, pero hay algunas estrategias bastante efectivas que suelen emplearse como primera opción:
Algo que es esencial y no muchos hombres cuidan es el binomio cuerpo-mente. Y es que, en la mayoría de los casos, solo nos centramos en lo físico (y ni siquiera de forma integral). Algo que ya sabemos, pero nunca está de más recordar, es que el ejercicio (frecuente) no solo mejora el flujo sanguíneo, lo que es crucial para prevenir problemas como la disfunción eréctil, sino que también regula los niveles hormonales, y reduce el estrés, que es uno de los principales inhibidores del deseo sexual (Hämäläinen et al., 1999). Asimismo, la práctica de la meditación o el mindfulness son muy útiles para gestionar la ansiedad relacionada con el rendimiento en la cama.
Por otro lado, considera la posibilidad de consultar a un profesional de la salud para realizar una revisión médica completa. Puede que no lo veas estrictamente necesario, pero hay ciertas condiciones que afectan más de lo que crees a nuestro deseo y nuestra capacidad de mantenernos activos en la cama al 100%. Por ejemplo, condiciones como el hipogonadismo, que implica bajos niveles de testosterona, suelen contribuir a la disfunción eréctil, mientras que el hipotiroidismo afecta el equilibrio hormonal general.
El pilar de toda buena relación es una comunicación clara, rica y sincera. Hablar abierta y sinceramente sobre las preocupaciones relacionadas con el deseo sexual suele ayudar más de lo que creemos a aliviar tensiones y malentendidos. Esto es crucial que lo tengamos en cuenta, pues la mayoría de hombres deciden enfrentarse a este tipo de problemas solos, sin contar con el apoyo de su pareja. Además, una forma de mejorar el vínculo es trabajar juntos para buscar soluciones, lo que a su vez suele reactivar la pasión. Como verás, no faltan motivos para que inviertas en comunicarte.
San Valentín no tiene por qué ser un día para añadir presiones en la esfera sexual. En su lugar, intenta centrarte en crear un ambiente cercano, cómodo y relajado que fomente la conexión entre vosotros. Te diría qué puedes hacer, pero estoy seguro de que tú conoces a tu pareja mejor que yo y sabrás cómo sorprenderla de una forma más personalizada.
Salir de la rutina debería ser casi obligatorio en todas las relaciones. Especialmente cuando hablamos de relaciones largas en las que se ha entrado en la monotonía. Y es que romper con la costumbre y el día a día es una forma bastante útil de reavivar el interés mutuo. ¿Cómo? Una cena en casa preparada por ambos, un paseo nocturno o incluso una sesión de masajes mutuos son algunas ideas. Se trata de maneras románticas de disfrutar el día sin poner la atención exclusivamente en el sexo. Tranquilo, no te estoy diciendo que no haya intimidad, pero este tipo de interacciones fortalecen la intimidad sin presiones.
Hay una serie de detalles que marcan una gran diferencia: luces tenues, velas aromáticas y música suave. Parece tonto, pero si lo juegas a tu favor, te aseguro que transforman cualquier espacio en un rincón de pasión. Lo puedes plantear de dos formas: lo organizas todo tú y le das la sorpresa, o también podéis organizar este tipo de preparativos en pareja. El resultado sí o sí os va a ayudar a establecer el tono de la velada, dejando que las cosas fluyan de manera natural y sin expectativas fijas.
Si quieres combatir un bajo deseo sexual, ten claro que no basta con poner un parche hoy. Es importante que adoptes una visión proactiva sobre tu relación. Atento que te explico en qué consiste esto que te estoy contando.
Como te adelantaba antes, salir de la rutina es esencial para mantener la chispa en la relación. ¡Pero no solo para San Valentín! Si quieres mantener esta nueva iniciativa, valora hacerte con algunos juegos de rol, nuevas posiciones sexuales o incluso el uso de juguetes para ayudar a diversificar las experiencias y mantener la pasión viva. La clave es explorar juntos y respetar los límites de ambos.
Esto es lo que más les cuesta hacer a la mayoría de los hombres. Y lo entiendo. Eso de pedir ayuda no se nos suele dar bien. Pero a veces es necesario. Cuando la baja libido persiste y afecta la relación, buscar apoyo en un terapeuta sexual puede que sea la mejor solución. Los profesionales de esta área están capacitados para ofrecer herramientas personalizadas para abordar el problema desde una perspectiva integral, atendiendo tanto los aspectos psicológicos como los físicos.
La baja libido masculina es más común de lo que se cree y, lejos de ser un obstáculo insuperable, es una oportunidad para abordar cuestiones que estaban siendo ignoradas o en un segundo plano y que de esa forma, fortalecer la relación de pareja. Con una comunicación abierta, estrategias adecuadas y centrándonos en la conexión, San Valentín puede convertirse en la fecha que marque un antes y un después en vuestra relación, combinando amor y pasión. Recuerda que el deseo sexual no es lineal y que trabajar en él es parte del viaje compartido.
Basson, R. (2001). The Female Sexual Response: A Different Model. Journal of Sex & Marital Therapy, 27(1), 53-65. https://doi.org/10.1080/00926230152035831
Hämäläinen, E., Adlercreutz, H., Puska, P., & Pietinen, P. (1984). Diet and serum sex hormones in healthy men. Journal of steroid biochemistry, 20(1), 459–464. https://doi.org/10.1016/0022-4731(84)90254-1
Perelman, M. A. (2009). A New Combination Treatment for Hypoactive Sexual Desire Disorder in Men. The Journal of Sexual Medicine, 6(1), 285-288. https://doi.org/10.1111/j.1743-6109.2008.01038.x